Siempre he temido a la soledad, pero más aún
a esa soledad que aparece cuando estás rodeada de gente. La soledad más
dolorosa es la que uno siente pero nadie más puede percibir ni comprender. Tener amigos y familia que te quiere no
significa que en algún momento no nos sintamos solos. Sentirse solo es algo
natural. La soledad se siente cuando alguien se va, cuando alguien deja un
vacío difícil de rellenar.
La soledad. En una sola palabra se reúnen un
millón de sentimientos, un millón de sensaciones que sólo uno mismo sabe
entender, e incluso así, muchas veces, ni uno mismo comprende el porqué de
estas sensaciones. Sentirse solo no significa que se sea una persona con
necesidad de estar siempre con gente ni que el hecho de que en algún momento
del día no haya nadie le haga sentir solo. Sentirse solo es, a veces,
necesario. Es necesario para tomar contacto con uno mismo, para darse cuenta de
lo que se quiere realmente y porqué se siente de esa manera.
A veces sentirnos solos nos hace madurar ya
que mantenemos conversaciones inimaginables con nosotros mismos. Nos hacemos preguntas que nuestro
subconsciente contesta, ya sea a través de sueños o en forma de ideas. Vemos
cosas que antes no veíamos. Aunque muchas personas crean que los sueños son
simples recreaciones del cerebro para mantener la mente ocupada mientras
dormimos, algunas personas creemos que son recreaciones, sí, pero del
subconsciente. Este acerca a nuestra parte consciente nuestros propios
sentimientos, en ocasiones que ni siquiera nosotros conocemos; incluso pone en
manifiesto ideas contradictorias a las que tenemos, ideas maduradas en el
subconsciente, ideas contrarias razonadas subconscientemente. Nos pasamos la
vida eligiendo, tomando decisiones de manera consciente, pensando, dejándonos
llevar por la razón y el corazón, pero en el subconsciente está la clave.
Para Miriam, con cariño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escribe aquí el comentario que quieras dejarme...